Tras el asesinato de Carlos Flores Amezcua, alto mando de la policía de Zapopan, el escolta encargado de su seguridad ha sido retirado de las actividades de vigilancia y sometido a tratamiento psicológico.
Aunque el oficial se mantiene en activo, la Comisaría de Zapopan esperará los resultados de la evaluación psicológica para determinar cuándo será reintegrado.
El Comisario General de Zapopan, Jorge Alberto Arizpe García, descartó fallas en el protocolo de seguridad, a pesar de que el escolta no estaba junto al mando en el momento del ataque.
El comisario explicó que cada alto mando maneja su propio esquema de seguridad, y la medida de retirar al escolta se tomó internamente para evaluar su estado psicológico.
El Dr. Rubén Ortega del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara señaló que los delincuentes podrían haber planificado la agresión mediante la captación de información, detección de rutinas de la víctima o intervención en su comunicación, destacando que los escoltas deben permanecer junto a los altos mandos de la policía en todo momento.
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