Durante el debate realizado el sábado en Puerto Vallarta, el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco, Pablo Lemus, llamó a su adversaria de la coalición PRI-PAN-PRD, Laura Haro, “hija de Alito”.
El episodio ya era considerado por la aludida como un acto de violencia política de género, pero Lemus fue a más, cuando pidió perdón al padre de la candidata aliancista.
“La referencia que yo hice en ese debate fue como hijas políticas de Alejandro Moreno por su formación priista, así de sencillo. Por supuesto, jamás quise cometer absolutamente ningún insulto contra la familia de nadie, principalmente al papá de Laura, por supuesto que, si así fue le pido una disculpa al señor Haro, definitivamente es una gente de bien, respetuosa, educada y, así fue, al señor, le pido una enorme disculpa… pero hay que entender también el calor de los debates” (sic).
El político emecista se fue entrampando, entre otras cosas, al justificar que la candidata de Morena-PT-PVEM, Claudia Delgadillo, le ha llamado “Pablo Alfaro” y añadir: “y no pasa lo mismo y se puede considerar prácticamente el mismo escenario porque se niega a mis padres”.
Hasta ayer, las expresiones de Lemus no repararon en la identidad de la candidata ni en su individualidad. No se disculpó.
Pero el asunto no está tan sencillo como dice el candidato naranja. Desde el domingo, Laura Haro anunció que interpondría una queja ante las autoridades electorales por violencia política de género y, esta mañana, las dirigencias nacionales del PAN, PRI y PRD, salieron a reprobar lo ocurrido y cerraron filas con su abanderada jalisciense, calificándolo de cobarde.
Pablo Lemus “no debe gobernar esa entidad” y señalaron “desesperación” porque “de manera cobarde ejerció violencia política de género contra Laura Haro Ramírez”, expuso la coalición a través de un comunicado conjunto.
Marko Cortés (PAN), Alejandro Moreno (PRI) y Jesús Zambrano (PRD), confiaron en que la autoridad electoral proceda conforme a la ley ante las denuncias que ya presentaron en contra de Lemus “por su conducta misógina” y no descartaron que pierda la candidatura.
Según los dirigentes aliancistas, la violencia política ejercida por Lemus durante el debate no sólo fue hacia Laura Haro, también fue contra la de Morena, Claudia Delgadillo, quien fue priista hasta 2018, pues a ambas les colgó la etiqueta de “hijas de Alito” y, en este último caso, se refirió a una supuesta amistad de la morenista con Enrique Peña Nieto.
Delgadillo anunció también una denuncia contra Lemus por violencia política de género, además de la expresión del debate, por la “campaña negra” que en días pasados se centró en difundir un video en el que presuntamente se encontraba intoxicada o en estado de ebriedad.
El episodio al que se refiere ocurrió en un mitin de San Sebastián del Oeste, el pasado domingo. Delgadillo, según se aprecia en videos, se tambalea al caminar, se muestra afectuosa con quienes se le aproximan y durante su mensaje pronuncia frases rebuscadas y giros en tono y contenido.
La morenista ha explicado que hace tiempo fue sometida a un trasplante de riñón, que no bebe por responsabilidad, aunque no lo tiene prohibido, y que ese día tuvo una baja de presión. Acompañada de un médico, dio a conocer su situación de salud y el buen funcionamiento renal.
“(Mi riñón está) Seguramente mejor que el de todos ustedes, es la verdad, Roberto mi hermano que fue el donador, me donó un riñón muy potente y tengo los exámenes, pero el tema de verlos aquí es porque no se vale el otra vez ser violentada por parte de Pablo Lemus”.
Por ahora, Lemus capotea el temporal manteniéndose en la idea de la formación priista de las dos candidatas y rechazando ejercer violencia política en sus mensajes.
“Al calor de los debates se han dicho cosas muy duras, víboras si no mal recuerdo o la referencia a medios de comunicación, ese día señalados por vendidos, cosa que también me parece un despropósito”, alegó en su defensa y aludiendo a los señalamientos por inequidad mediática.
En el comunicado conjunto de las dirigencias nacionales del PAN, PRI y PRD, se advierte:
“No se puede hablar en un debate de esa manera, de tratar de ofender y lastimar a dos candidatas, indistintamente del partido político, porque lo hizo con ambas”.
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