Vecinos del Centro Histórico de Puerto Vallarta se han enfrentado a las autoridades municipales en una reunión celebrada este viernes, expresando su preocupación por las nuevas construcciones que amenazan la integridad de edificios históricos y la estética del área.
En particular, la demolición sin permiso de una propiedad en el cruce de las calles Matamoros e Iturbide, así como la posible construcción de un edificio junto a la icónica parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, han provocado alarma entre la comunidad local.
La directora de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente Municipal, Adriana Guzmán Jiménez, se enfrentó a la crítica de los vecinos, explicando que no se percataron de la demolición ilegal, pero mostrando el proyecto de construcción propuesto para la ubicación.
Además, la disputa sobre la “casa del padre”, presuntamente vendida a extranjeros sin autorización eclesiástica, ha suscitado interrogantes sobre la legalidad de la transacción y los planes de desarrollo en el área.
La reunión también abordó otras controversias, como la aprobación de un segundo nivel de un restaurante en el Malecón, generando descontento entre los residentes locales.
Aunque se prometió una reunión con representantes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para discutir el asunto, la tensión entre los vecinos y las autoridades locales refleja una creciente preocupación por la preservación del patrimonio histórico y cultural de Puerto Vallarta.
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